De la
Redacción
Mario
Molina, Premio Nobel de Química 1995, y siete jóvenes investigadores,
representarán a México en la edición 63 de las Reuniones Lindau con premios
Nobel, plataforma que cada año permite un diálogo intergeneracional entre
científicos del mundo.
El encuentro
congrega durante cinco días, a partir de ayer, en Lindau, a las orillas del
lago Constanza, en Alemania, a 35 premios Nobel y 265 estudiantes de doctorado
y posdoctorado de 78 países. Este 2013 la reunión está dedicada a la química, y
entre los temas a abordar están química verde y procesos y estructuras
bioquímicas. También habrá galardonados en física y medicina.
Roberto
Flores Moreno (Universidad de Guadalajara), Karla Bravo Altamirano (Dow
AgroSciences, Estados Unidos), Itzel Guerrero Ríos (Facultad de Química, UNAM),
Ricardo Cerón-Camacho (Instituto Mexicano del Petróleo), Mario Delgado
(Instituto Max Planck), Daniel Mendoza Espinoza (UAM-Azcapotzalco) y Noel
Espinosa Jalapa (Instituto de Química, UNAM) son los jóvenes seleccionados por
la Fundación Lindau tras la convocatoria que realizó la Academia Mexicana de
Ciencias (AMC).
En 2007 la
AMC firmó un convenio con el Consejo de las Reuniones y la Fundación Lindau
para incorporar a jóvenes investigadores mexicanos a los encuentros que
organiza cada año con premios Nobel, bajo un formato que privilegia la
interacción y el intercambio de opiniones en un ambiente informal.
Antes de
partir a Alemania, tres de los siete jóvenes, Itzel, Daniel y Ricardo,
expresaron su satisfacción por participar, sobre todo, por tener la oportunidad
de mostrar que en México se hace buena ciencia.
Para Ricardo
Cerón Camacho la reunión les permitirá conocer otros enfoques de investigación
sobre química, pues considera que la ciencia se hace de forma diferente en
otras partes del mundo, lo que hará que tengamos una revolución científica en
nuestro pensamiento.
Confió en que
su participación motive a alumnos de estudios superiores para que intenten
llegar lo más lejos posible si optan por la ciencia como carrera profesional.
Es muy
motivante convivir con gente del nivel de un premio Nobel. Como amantes de la
ciencia así lo vemos, pues los conocimientos que han brindado en los pasados
200 años han cambiado al mundo y a sus sociedades, dijo Daniel Mendoza
Espinoza, quien se manifestó ansioso de intercambiar puntos de vista con Robert
Grubbs y Richard Schrorck por el área de investigación que ha abordado en el
estudio de los carbonos heterocíclicos.
Itzel
Guerrero Ríos destacó la calidad profesional de los “jóvenes participantes, que
no superan los 35 años de edad, con un alto perfil y que han construido una
carrera reconocida y realizado publicaciones en revistas de prestigio.
Realmente
estamos muy felices. La oportunidad de conversar con premios Nobel es un
reconocimiento con el que muchos científicos soñamos, apuntó.
Añadió que
durante la semana del encuentro podrán hacer contacto con investigadores de su
edad, que comparten inquietudes, lo que podría ser el principio de nuevas
relaciones y futuras colaboraciones.
Cambio
climático y sociedad
Mario Molina
ofrecerá la conferencia Comunicar la ciencia del cambio climático. En esta
reunión se hablará de la aportación de la química a la sustentabilidad, y de
temas relacionados con la energía y medio ambiente. Abordaré el cambio
climático y su parte científica, así como de la necesidad que hay de comunicar
los aspectos científicos de esa situación a la sociedad.
Doctor en
fisicoquímica y premio Nobel de Química 1995, junto con el estadunidense
Sherwood Rowland y el holandés Paul Crutzen, por su trabajo en química
atmosférica, especialmente en relación con la formación y descomposición del
ozono, sostuvo que las reuniones en Lindau les ayuda para estar conscientes de
la complejidad de los problemas reales que tiene la sociedad y de la necesidad
de trabajar con especialistas de otras disciplinas, funcionarios de gobierno y
la sociedad.
Respecto de
los encuentros dijo: En mi opinión son muy atractivos, porque uno convive con
estos investigadores, se puede platicar con ellos, y por supuesto se tiene
oportunidad para ver a los amigos, hay un buen grupo de premios Nobel que nos
conocemos bien. Pero la parte importante es la interacción con los estudiantes;
es muy satisfactorio poder contribuir a su formación.
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