Aplanadora PRI-PAN y
aliados avala la ley del servicio docente
Enrique
Méndez, Víctor Ballinas y Roberto Garduño
La urgencia
de aprobar la reforma educativa y superar la movilización magisterial
–contenida con un cerco policiaco sin precedente en torno a la Cámara de
Diputados– concentró los votos de PRI, PAN, PVEM, Nueva Alianza y un sector del
PRD, alentado por los chuchos, para aprobar anoche la Ley General del Servicio
Profesional Docente durante una sesión inusual calificada por Movimiento
Ciudadano y PT de un ‘‘albazo legislativo de vulgares ladrones’’.
La crítica
de Ricardo Monreal (MC) a ‘‘la aristocracia pulquera de PRI y PAN’’ desquició
al coordinador del Partido Verde, Arturo Escobar, quien desde el anonimato le
gritaba ‘‘¡burroooo!’’ Sus compañeros, así como la bancada priísta, se sumaron
al escarnio.
Así, esa
mayoría avaló en lo general con 390 votos en favor, 69 en contra y cuatro
abstenciones el dictamen de la ley, al que se hizo un addéndum (agregado) que
pretende matizar el ‘‘carácter punitivo’’ de la obligatoriedad de la evaluación
a los maestros, y al cierre de esta edición continuaba la discusión en lo
particular de 28 reservas.
La
justificación perredista
El PRD,
promovido por el PRI, anunció que ese agregado había sido negociado con la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y que ésta aceptó
el documento presentado por el presidente de la Comisión de Educación, el
perredista Jorge de la Vega Membrillo.
Miguel
Alonso Raya, vicecoordinador del sol azteca, elaboró el documento que, dijo,
resuelve ‘‘90 por ciento de las demandas de la CNTE’’.
Si bien se
suprime que el nombramiento de base de profesores quedará sin efecto si
reprueban la evaluación, no volverán a dar clases, sino ‘‘serán readscritos
para continuar dentro de otras tareas’’. Aun así, se agregó un párrafo al
artículo 22 de la ley, donde se señala lo contrario:
‘‘En caso de
que el personal no atienda los apoyos y programas, incumpla con la obligación
de evaluación o cuando al término del periodo se identifique su insuficiencia
en el nivel de desempeño de la función docente, se darán por terminados los efectos
del nombramiento, sin responsabilidad alguna para la autoridad educativa o el
organismo descentralizado’’.
Con acuerdo
de los grupos parlamentarios –los perredistas cuestionaron a su coordinador,
Silvano Aureoles, por avalar la decisión–, la mesa directiva convocó anoche
mismo a sesión ordinaria, al término de la instalación del Congreso General.
El nuevo
presidente de la mesa directiva, Ricardo Anaya (PAN), recurrió al artículo 35
del Reglamento de la Cámara, que le concede llamar a sesión cuando lo considere
pertinente. La convocatoria provocó indignación entre algunos diputados del PRD
y las bancadas de MC y PT, pues el dictamen a discutir fue incluido de última
hora únicamente en la versión electrónica de la Gaceta Parlamentaria.
Mientras los
senadores que asistieron a la sesión de Congreso General se retiraban del
pleno, Dolores Padierna (PRD) se acercó a la curul de Silvano Aureoles. Entre
manotazos, le espetó: ‘‘¡Te vendiste! ¡Ya sabemos para quién trabajas! ¡Pero
esto no se va a quedar así!’’
Aureoles no
acertó a responderle, mientras la senadora exigía a sus compañeros de corriente
(IDN): ‘‘¡Detengan esto, es una irresponsabilidad!’’
Citada para
las 8 de la noche, la sesión se inició media hora más tarde; ese espacio fue
aprovechado por la bancada perredista para dirimir posturas. Diputados de ese
partido revelaron que recibieron insistentes llamadas de sus dirigentes de
corriente para votar a favor o en contra del dictamen.
Por los
chuchos, sus líderes Jesús Ortega y Guadalupe Acosta Naranjo advirtieron a los
inconformes que sus carreras políticas podían ser torpedeadas si persistían.
También, Silvano Aureoles amagó al diputado oaxaqueño Carol Antonio Altamirano,
al que atribuyó haber filtrado el compromiso del coordinador del PRD en favor de
la reforma.
La de anoche
fue una sesión marcada por eventos desafortunados. La nueva conjunción de
fuerzas entre PRI, PAN, PVEM y PRD rechazó sin atender las cuatro mociones
suspensivas al dictamen presentadas por Antonio Altamirano, Ricardo Mejía Berdeja
(MC) y los perredistas Silvano Blanco de Aquino y Javier Orihuela. Después
sobrevino una andanada de burlas y descalificaciones desde el Bronx priísta y
neopanista contra los opositores a la reforma.
Agredido
desde el anonimato del PVEM y un sector de priístas, Monreal acusó a Arturo
Escobar de ‘‘bufón del poder’’ y de ‘‘lambiscones’’ a quienes lo secundaron. El
griterío se avivó.
El ex
gobernador de Zacatecas dijo: ‘‘Esto los sitúa en la etapa del Pithecanthropus
erectus. Ustedes representan la involución, la regresión, no son capaces de
aceptar la crítica. Cómodamente afectan a millones de maestros, de
indignados’’. La diputada Rebeca Terán(PRI), desde su curul, le gritó: ‘‘¡No es
cierto! ¡Pendejooooo!’’
Las burlas
subieron de tono cuando el petista Manuel Huerta Ladrón de Guevara subió a
tribuna y colocó una silueta con dos grandes orejas. ‘‘Ustedes califican a los
maestros de vándalos. ¡Delincuente, Salinas! Peña Nieto mismo. Ahí sí hay
delincuencia organizada’’. Ante la mofa, soltó: ‘‘Ustedes no se acuerdan de sus
maestros, seguramente porque ni a la primaria fueron’’. El presidente de la
Cámara comentaba entre risas con el vicepresidente, José González Morfín.
Aprobada la
ley en lo general, la sesión continuó en las primeras horas de este lunes. Molesta,
la diputada Socorro Ceseñas (PRD) exclamó: ‘‘¡Todo esto es una vergüenza!’’ En
contraste, el nieto de Elba Esther Gordillo –en la cárcel desde el 26 de
febrero, un día después de que se promulgó la reforma constitucional–, René
Fujiwara Montelongo (Panal) aseguró: ‘‘El de hoy es un día de festejo para los
maestros’’. (La Jornada)
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