Identifica carencias y
fortalezas de universitarios estudio de la Uia
Ariane Díaz
Existen
debilidades preocupantes de alumnos de bachillerato y universitarios en las
competencias cognitivas y lingüísticas, como la comunicación oral y escrita, la
capacidad de abstracción, análisis y síntesis, y los conocimientos teóricos,
así como en el dominio de un segundo idioma, afirma el Informe de competencias
profesionales en preuniversitarios y universitarios de Iberoamérica, realizado
por la Universidad Iberoamericana (Uia), la Fundación Universia y la Fundación
Telefónica.
Es preciso
destacar que estas habilidades fueron calificadas como deficientes en el caso
de los preuniversitarios y el problema permanece entre quienes concluyen la
universidad. Este es sin duda un factor que profesores y autoridades de este
nivel educativo (superior) tendrían que colocar en un lugar prioritario de su
agenda, asienta el documento, presentado ayer en la Uia.
En
contraste, el estudio –realizado en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España,
México y Perú– arroja que en lo referente al desarrollo de competencias en los
egresados universitarios la principal fortaleza está en las habilidades
interpersonales, el trabajo en equipo y el uso de las tecnologías de la
información.
El estudio
analiza la relación entre la formación de competencias profesionales que
ofrecen las instituciones educativas de nivel superior y medio superior, y las
necesidades de los sectores productivos y sociales a partir de la percepción de
rectores, desarrolladores de planes de estudio, empleadores, profesores,
alumnos y egresados.
La
investigación, de carácter exploratorio, refiere también que para 70 por ciento
de los egresados en México es difícil integrarse al mercado laboral en el país.
Así, 51 por ciento tienen empleo de tiempo completo, 17 por ciento de tiempo
parcial y 19 por ciento no trabajan.
En ese
rubro, en México poco más de la tercera parte de quienes tienen empleo declaran
que éste coincide con sus estudios profesionales, mientras otra tercera parte
señalan que la coincidencia es mediana y el resto refieren baja o nula
coincidencia entre su actividad laboral y sus estudios universitarios.
En educación
superior, 72 por ciento de los egresados encuestados en México se dijeron
satisfechos con la formación recibida, mientras 17 por ciento se declararon
insatisfechos. En tanto, la mitad de los empleadores en México se dicen
satisfechos con la formación de los egresados y 13 por ciento no están
conformes.
El estudio
advierte que no conviene supeditar la formación universitaria a demandas
coyunturales del mercado y acota que el ingreso al mercado laboral depende en
gran medida de factores económicos y no sólo del ámbito educativo.
También
alerta sobre la baja puntuación otorgada a competencias ubicadas en el ámbito
de los valores, como el compromiso con el medio ambiente y la responsabilidad
social.
Al respecto,
la directora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la
Educación de la UNAM –quien comentó la investigación– resaltó que las
competencias profesionales son conocimientos, habilidades y aptitudes de la
mayor centralidad para construir sociedades productivas y éticas que promuevan
no sólo el desarrollo económico sino humano con justicia social. Tratar de
apuntar a esa formación es indispensable en las universidades y en la educación
media y básica.
Subrayó la
importancia de articular mejor los niveles educativos, como recomienda el
informe, pues una carencia nodal de nuestro país es el tema de las
articulaciones entre niveles educativos que podemos situar desde el prescolar.
Si nos preocupa una competencia básica como la comunicación oral y escrita, que
sirve para toda la vida, el problema viene desde la educación básica. (La
Jornada)
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